12 diciembre 2012

Presentación

Proyecto de prevención en salud auditiva


Quizás llegaste a este sitio porque recibiste una tarjeta como esta:



Si fue así, o porque te lo recomendaron, o porque supiste de él de otra forma, en todo caso:


¡Bienvenido al mundo de la prevención en salud auditiva!


Este proyecto nace porque yo soy una persona sorda, y me preocupo por la salud auditiva de los oyentes. Y quiero contribuir a prevenir que otras personas se vean afectadas por las necesidades que traen esta situación.

El propósito es crear una red para la concienciación y formación en prevención en salud auditiva.

Para lo cual hemos programado una serie de reuniones presenciales donde trabajaremos alrededor del tema. Y donde las personas que estén interesadas en acompañarnos son bienvenidas.

Estas reuniones se realizan los últimos sábados de cada mes, en Bogotá, Colombia. Para confirmar el sitio y la hora, te invitamos a que visites nuestro calendario de reuniones mensuales.

Te saludo alegre por tu visita, y te espero para continuar discutiendo y aprendiendo acerca de este importante aspecto de nuestras vidas.


Un afectuoso saludo,




Ahora te dejo con un artículo para reflexionar:



El oído en peligro

"Vivir en un mundo rodeado de ruidos estridentes es una decisión voluntaria de muchos. Millones de personas que van o vienen del trabajo lo hacen; jóvenes camino a la escuela o a la universidad, oficinistas frente a una terminal de PC absortos en otro universo u operarios que realizan una tarea repetitiva, también. Todos ellos tienen algo en común: están aislados del resto de los mortales debido a la música que reciben por los auriculares desde un MP3 a muchos más decibeles de lo aconsejado.

El oído sufrirá y quedarán secuelas: la pérdida sostenida, acumulativa e irreversible de la capacidad auditiva. Este mal, que sólo en los Estados Unidos afecta a más de 10 millones de seres humanos –dato de la American Academy of Family Physicians– se llama NIHL, siglas en inglés de Noise-induced hearing loss, o pérdida de audición inducida por el ruido.

Aunque muchos fabricantes de equipos de audio portátiles advierten sobre los riesgos de escuchar la música a todo volumen, la tentación es más fuerte. En un principio no percibiremos que estamos perdiendo el oído. Según el sitio www.dangerousdecibels.org/, los problemas comienzan cuando el sonido que recibimos supera los 85 dB. El sonido de la lluvia no más de 50 dB. El disparo de un arma de fuego puede alcanzar los 175 dB. Un concierto de rock, fácilmente los 120 dB. Por supuesto, el daño permanente en nuestro sentido también está relacionado con el tiempo al que estamos expuestos al ruido estridente. Según este sitio, con 30 minutos de exposición a un ruido mayor de 100 dB ya comienzan a sufrirse daños, en un principio mínimos, pero siempre acumulativos.

Un reproductor MP3 puede alcanzar los 110 dB, es decir, causa más que suficiente de NIHL. ¿Cómo nos podemos dar cuenta fácilmente de que una persona subió el volumen más de lo que la salud de su oído lo permite? Si estamos al lado de alguien que tiene colocado un MP3 con auriculares, y podemos escuchar, aunque vagamente, el sonido, con seguridad tendrá un nivel ensordecedor. La propia persona puede también tomar conciencia de que está haciendo un mal uso de su equipo y que es perjudicial para su salud cuando deja de escuchar el sonido ambiente. Y, por sobre todas las cosas, pierde además el contacto con el maravilloso mundo que lo rodea".


Manuel H. Castrillón,  jueves 25 de noviembre de 2010 (Fuente)